sábado, 1 de octubre de 2011

Pensares Nocturnos

Se hunden las palabras en el mar, se ahogan los deseos en acciones, las lágrimas de sangre brotan de aquel libro de poesía. El ronroneo poco lejano de un gato que ansía dormir y el zumbido de un mosquito que hambriento está. Nada parece real.
Los labios míos que sobre una piel que no es ajena están, intentan lograr lo que las yemas de sus dedos causan al contacto. Imposibilidad.
Susurro nocturno que envuelve un pensar en una hoja de papel, besos que no sientes, voces que no escuchas, miradas que no penetran en el alma. No existe nada si existe todo.
Silencio sepulcral que une una oración con una copa de cristal, un beso en el aire que se pierde en la oscuridad. Reflejo lunar que sobre algún viejo árbol está, y sus ramas raídas que antes festejaban sin parar.
El tiempo transcurre y los ecos resuenan en un grito no creado por una persona inexistente.
No es correctamente descriptivo, nada puede definirlo, resultando que el nada es todo y que el amor de un sólo suspiro se creo en mi interior.

Quizá tan comprensible como la tinta de la pluma sobre el delantal. Pero tan cierto como tu beso matinal.