miércoles, 26 de junio de 2013

El verdadero amor

Amar no es una condena, es una bendición. Bendito tú, que puedes hacerlo, maldito tú, que crees conocerlo.

El verdadero amor calienta y quema

pero no mata.

El verdadero amor se duda y reafirma,

pero no quiebra.

El verdadero amor cubre y protege,

pero no asfixia.

El verdadero amor es tan fuerte que te hace temer.

Sin embargo, el verdadero amor, siempre, pase lo que pase, sigue en pie.

Si te rindes, no amaste de verdad.

Si huyes, eres un cobarde que no quiere arriesgar.

Y si te quedas, y peleas por aquella persona especial,

entonces sabes amar.

Y si ella decide no amarte,

de todas formas serás feliz,

porque sabrás

a pesar de quedarte solo

que tú

siempre le amarás.

¡Y eso! ¡Eso es amar!